Bueno, dada la introducción paso a narrar un pocoel porque del tema de este blog.
Hace un par de años, luego de una ruptura de un noviazgo muy largo (5 años), y de mucho sufrimiento por ello, conoci a una persona que estaba en condiciones similares a las mias, o sea también había terminado una relación larga de hacía años.
La primera impresión, no fue muy buena, yo soy una persona tranquila para relacionarse, y el me parecio muy ancioso, esa clase de persona que busca todo el tiempo gusta, caer bien.... ya saben. Un poco agobiante para mi. Por esa época, él habia comenzado un taller de teatro, yo ya había pasado por esa etapa, así que conocía bien como es eso de los grupos nuevos... Iban a todos lados juntos, salian, etc, todo en pos de matar la soledad que en su mayoría tenían. El arte, una excusa, válida, para ello.
Al comienzo, salíamos al cine, al teatro, muy tranqui, y espaciado. El siempre tenía cosas que hacer, y gente con quien salir y a quien no podía bajo ningún punto de vista fallar. A mí, me importaba poco, él me importaba poco.
Fuimos coincidiendo mas y mas, hasta que comenzamos a "salir", pero la clausula impuesta por él, fue la de la exclusividad, mientras la relación durara.
Lo primero que me hizo fue decirme que le gustaba una de las mentadas compañeritas de teatro, un diía que estabamos en un bar y esta buena mujer se nos acerco, y me ignoró olímpicamente, tocandolo en el hombro, cual símbolo de propiedad. Ahí me blanquió que la chica esta le gustaba. En ese momento yo estaba con la cabeza en otras cosas, y creyéndolo un hombre de palabra confié que eso no era mas que algo que nos pasa a todos cuando tenemos contacto con otra persona sexualmente atractiva (en este caso particular, mas que sexualmente atractiva la sra, es sexualmente ataviada, porque linda, no es).
